Madrid, junio 2013
"El ojo del fotógrafo" es el título del libro de John Szarkowski sobre la fotografía documental que sirvió de catálogo a la exposición realizada en el MOMA. Hablar de fotografía como documento es hoy una paradoja que nada tiene que ver con una cámara y si mucho con la intención. Estamos rodeados de dispositivos de "captura" de imágenes: smartphones, dslr, compactas, cámaras de seguridad de bancos y centros oficiales, cámaras de vigilancia del tráfico. Hasta los vehículos de alta gama disponen de cámaras en sus parachoques. Sin embargo, rodeados de tanto "registro" de nuestras vidas, por nuestro propio bien, una férrea legislación sobre la imagen privada regula implacable cualquier intento de acercarte una cámara al ojo para tomar un documento social. Es lo que se llama una paradoja política: no regulemos nada, pero reglamentemoslo todo. La fotografía documental ha muerto. Viva el vino.
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