Bilbao, septiembre 2012
Estos días no enciendo la tele y apenas la radio. No quiero saber lo que ha pasado. No quiero análisis sobre la opinión de la gente o la de los expertos que la inducen. Me basta con mirar al frente. Ni siquiera he sacado la cámara para constatar que las gruas siguen ahí, entre ladrillos, construyendo no se sabe qué, que costará no se sabe cuánto, que pagaremos todos, no se sabe cómo...
Me he enfrascado en escanear negativos de las fotos tomadas con cámaras mecánicas, en blanco y negro sobre película. Intento demostrarme que ningún tiempo pasado fué mejor. ¿O no?
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