Calle del Sol, octubre 2012
Salgo del estudio y unos vecinos están haciendo una foto a la luna llena que ilumina la calle. Pronto se paran otros dos vecinos a charlar con ellos y forman una reunión no autorizada con fines poco claros. No se si pretenden adorar algún ídolo pagano o son el germen de un grupo incontrolado de yayo-flautas. Decido registrar la escena, para colaborar con la policía, como hacian en Inglaterra en tiempos de la Tacher: todo buen ciudadano es un colaborador de las fuerzas del orden para evitar la delincuencia. Y la delincuencia, como nos han demostrado los antidisturbios el otro día, puede estar enmascarada en unos que esperan un tren de cercanías o en un camarero cualquiera. Incluso puede ser unos policias de paisano infiltrados entre los yayo-flautas. Y luego dicen que no son muchos y que no se divierten...
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