Caños de Meca, septiembre 2012
Yo no he despilfarrado en mi vida. Mi coche tiene doce años. No quiero saber nada de segundas viviendas. Ni de pluris. Ni de pluses. Ni de especulaciones, ni de negocios fáciles. El dinero lo conozco bien, porque trabajé con ello, como los pasteleros trabajan con el merengue. Por eso se que es un pringue. Muy vistoso, eso sí. Pero muy sucio.
Caños de Meca, septiembre 2012
Lo leí en un artículo de opinión del Correo de Bilbao, un funcionario, un profesor, una enfermera o un obrero de fábria podían contar también que habían sido solidarios con sus empresas y con el IPC (del que por cierto ya nadie se acuerda), con subidas salariales muy por debajo, sin salir de vacaciones, sin renovar mobiliario o el coche, sin delpilfarrar un duro.
Caños de Meca, septiembre 2012
Y ahora nos cuentan que estamos al borde del acantilado y nos piden que hagamos el pino con las orejas. Y yo me niego. ¡que se jodan!, pero ellos...
Me acuerdo de la viñeta de Quino de los magnates en la barca, animando al remero al grito de "ánimo, que vamos todos en la misma barca" y veo que un periódico aleman publica datos muy relevantes de este chiste:
No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17 regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.
*Stefanie Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y economista
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