Ibiza, 1997
Cuando tus hijos son pequeños te desvelan sus pesadillas. Y las tuyas. Esos miedos a los que les pueda pasar, a lo que te pueda pasar a tí y les deje a ellos desprotegidos, o huérfanos. Pero verles dormir es gratificante. Apenas si hacen ruido. Te mueves con cuidado de no despertarlos. Están tan guapos... y tu tan tranquilo...
Santander, agosto 2012
Cuando los hijos crecen, verlos dormir es insultante. Lo primero que te preguntas es a qué hora habran llegado a noche. Y qué hostias se habrán tomado que están como noqueados. Montas un jaleo que te cagas, golpeando "involuntariamente" todo lo que encuentras a tu paso. Y ni se enteran...
Santander, agosto 2012
Pero siguen siendo hijos... y después de matarlos te los comerías a besos...
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