London, julio 2011
Vuelvo de mis vacaciones y la gente parece cansada, aburrida. Aunque con un lunch time tan ligero no creo que se pueda achacar al sopor de la comida pantagruélica, como en España. Tal vez sea el enfoque mismo de la situación. Claro que yo siempre veo las cosas desde mi prisma y sin la suficiente información...
Hakney, London, julio 2011
Por eso no voy a hablar de indignación. No creo que un joven a la moda, comiendo una hamburguesa, un camarero asiatico, unos africanos de shopping y un inglés maduro dormitando ante una taza de té conformen un cuadro contemporáneo del que se me pueda permitir tales conclusiones. Simplemente es el devenir de la cotidianeidad. Llamadlo progreso de occidente, si es que os gusta. La etiqueta, digo.
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