Santander, febrero 2011
Ya comenzábamos a sentir en la carne la primavera y de repente se nos ha vuelto a erizar la piel y la humedad le inyecta esa pereza contumaz a los huesos que nos saca de las calles en cuanto caen cuatro gotas.
Sin embargo, hay un cormorán que no avandona su atalaya. Y saluda al viento fresco del oeste con las alas abiertas para sacudirse el calabobos que a esta ciudad la tiene sumida en la estulticia.
Es la boya 14 de la bocana del puerto. Una muralla "hipertérrita" a la fuerza de las mareas y las modas. Y desde la cual la mirada de la ciudad entre la bruma le da la verdadera dimensión que tiene en el universo, respecto del número PI: nada.
Por cierto, "hipertérrita" tampoco existe.
2 comentarios:
Uf, qué gran foto, ¡maestro!
La "CATORCE" es un simbolo en nuestra bahía y una referencia de lo "hiperterrito". En mi caso es aún algo más y por esa razón hace años que la adopté como icono.
Saludos
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