Paros, junio 2014
Son el bellocino de oro, la cartera ambulante que nos va a sacar de pobres, que nos va a quitar el hambre, que nos va a hacer ricos y en cuya compañía nadamos en la abundancia. No se en qué orden, pero todas esas propiedades se les atribuyen y por conseguir sus favores estamos dispuestos a modificar leyes, saltarnos normas y cambiar el ritmo natural de la naturaleza. Se diria que, en dicho orden de cosas, esta es la figura de algún sumo sacerdote o un santón digno de adoración de dichas creencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario