Velarde, la República y pájaro en mano, Santander, junio 2014
La Ley Sálica y la Pragmática Sanción nos suenan hoy a arcanos mecanismos perdidos en las maquiavélicas páginas de la historia que aprendimos a recitar en el instituto. Sin embargo, sus efectos, como los del olor de las cloacas, envuelven nuestras vidas de una fina tela de araña que pone de acuerdo a los padres de la patria y tambien a sus benefactores y beneficiarios. Sobre todo a estos últimos. Pero también a poderes tan hilarantemente independientes como la prensa. Viva el Vino... por lo menos el que tiñe de morao el faldón de las banceras.
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