Puntal

El Puente viejo del Puntal, Santander, febrero 2011

PUNTAL

m. Madero hincado en firme, para sostener la pared desplomada, o el edificio o parte de él que amenaza ruina.

fig.Apoyo, fundamento.

Prominencia de un terreno, que forma una punta.

fig.Elemento principal.

mar. Altura de la nave desde su parte inferior hasta la cubierta superior.

min. Madero grueso utilizado en la entibación de minas dispuesto perpendicularmente a los hastiales.

Diversas acepciones semánticas, cuya raíz etimológica poco importa a quien ha utilizado la literatura legislativa con otros fines. Los de imponer los criterios del "dominio", bajo la apariencia de lo público. Y los de quienes administran concesiones de explotación económica con el mismo criterio con el que derriban recuerdos o sepultan los álbumes de la memoria, ya sea de nuestra infancia o de nuestra historia.

Tres Catorce

Santander, febrero 2011

Ya comenzábamos a sentir en la carne la primavera y de repente se nos ha vuelto a erizar la piel y la humedad le inyecta esa pereza contumaz a los huesos que nos saca de las calles en cuanto caen cuatro gotas.

Sin embargo, hay un cormorán que no avandona su atalaya. Y saluda al viento fresco del oeste con las alas abiertas para sacudirse el calabobos que a esta ciudad la tiene sumida en la estulticia.

Es la boya 14 de la bocana del puerto. Una muralla "hipertérrita" a la fuerza de las mareas y las modas. Y desde la cual la mirada de la ciudad entre la bruma le da la verdadera dimensión que tiene en el universo, respecto del número PI: nada.

Por cierto, "hipertérrita" tampoco existe.

Una aguja en un pajar

Llibres Taifa, Gracia, Barcelona, febrero 2011

LA BÚSQUEDA es una labor que requiere conocimiento y método. No es cuestión de revolver y alterar el orden de las cosas, hasta conseguir que su visión sea diferente, desconcertante o novedosa; sino más bien una manera de entender su orden y discriminar entre lo fundamental y lo accesorio.

Dicho así parece grandilocuente y petulante. Pero cuando uno se enfrenta a una grán variedad de lomos, todos ellos de autores que han merecido la atención de un editor, el trabajo de un impresor y el espacio de un librero, cómo ser capaz de discernir un incunable sin caer en un acto de sobervia.

Imaginate ahora en la calle principal de tu pueblo con una cámara, en la que ni siquiera la mitad de los títulos han pasado por una criba previa... alguién se ha preguntado ya "por qué fotografíar", aunque pocos lo hayan leido, a juzgar por la cantidad de instantáneas que nos invaden...

El cazador capturado

Barcelona, febrero 2011

Registrar lo que vivimos parece una pulsión globalizada. Como si ni nosotros mismos estuvieramos muy seguros de que lo que sucede ante nuestros ojos está pasando realmente, todos portamos instrumentos que, de una u otra forma, tienen como último objetivo asegurarnos de que está pasando y poder mostrarlo, a poder ser, transmitiéndolo en tiempo real.

Es algo intrinsecamente relacionado con el consumo voraz, con el fast-food y con la globalización. Todo es posible y tienes acceso gratuíto a ello, siempre que estés registrado.

A mí que me registren...

Capturar

Barcelona, febrero 2011

No son pocas las diferencias entre la Fotografía de antes y la de ahora (todavía no me acostumbro a lo de "analógica"). Para empezar, las poses. Mucho más arrogantes. Antes, esa genuflexión del fotógrafo hacía cierta reverencia de respeto a lo fotografiado. Sobremanera con la Rolleiflex, que realmente se acercaba a las personas y las cosas desde un punto de vista de igual a igual, sin ánimo de intimidar. Ahora, sin embargo las máquinas nos miran de arriba abajo, nos apuntan con un rayo rojo y nos registran en sus archivos, que incorporan a redes globales donde se descontextualizan nuestros recuerdos para mercantilizarlos espúriamente.

Hemos pasado de "tirar una foto" a "capturar o registrar" como si tal cosa. ¿dónde quedó aquello de "hacer fotografías" o simplemente "fotografiar"?

Ir mejorando poco a poco

Barcelona, febrero 2011

El año pasado esta chica era mucho más tímida. No pasaba de un picardías en desavillé, con unas tímidas transparencias. Sin embargo ahora, sin habernos tan siquiera presentado, ya me propone juegos de gallinita ciega y sado maso sueve... Si que han dado de sí esos cursillos.

Comer solo

Barrio del Raval, Barcelona, febrero 2011

Cuando como en un bar de barrio no puedo evitar hacer de ello una película. Me afano por establecer relaciones entre comensales, sus estados de ánimo, sus vidas, sus conversaciones. Todo un estudio sociológico que, en lo que se refiere al ámbito de mi alcance auditivo y visual (cada día más limitado) adquiere tintes obsesivos y disparatados.

El otro día había un hombre solo. Y no pude ir más allá de los titulares de su periódico. Incluso el camarero le iba administrando su menú sin tan siquiera preguntarle. Comió despacio. Tomó café. Parecía felíz.

Plato del día

Calçots a la llauna, Rius i Taulet, Gracia, Barcelona, febrero 2011

"No teníamos nada, pero lo compartíamos todo". Frases como esta relatan la solidaridad que se instaura entre la gente en entornos de dificultad, de vacas flacas, en tiempos difíciles. Ya sean guerras, postguerras, miserias, todos los relatos de vuestros abuelos y de mis padres iban por ahí. Luego llegaron otros tiempos y el vecino de abajo se compró coche y ya nos miraba por encima del hombro y salía de casa más tarde, porque bajaba a su trabajo sólo, en su coche.

Ahora en Barcelona me encuentro con el "Plato del Día", en lugar de "Menú", una fórmula más breve y más barata, más acorde con el horario europeo y la productividad laboral después de la pausa del "almuerzo". Estos catalanes piensan en todo. Y no les da vergüenza anunciarlo y, mucho menos, pedirlo en los restaurantes.

A lo mejor nos volvemos a juntar en torno a una fiambrera compartida y nos saludamos en la escalera... Va a ser que la crisis tiene su lado bueno. Mira sino eso de trabajar de forma vitalicia...

Esperando la Línea

Barcelona, febrero 2011

¿Qué haces?, esperando la línea para bajar a la capi...

Hoy era el mismo diálogo, aunque una miqueta altre... Era uno del barri y bajaba al centro. Puede que viniera del mismo pueblo que aquel, o de más al sur, pero ya purtaba un aire de gran ciudad. De una ciudad que no es más que una acumulación de barrios, de gentes venidas de otros pueblos. Como todas. Aunque esta tiene no se qué. Será el Mar Mediterraneo, pero se está bien. Al solecito, en la plaza de la Virreina, por ejemplo. Aunque no tengan Mahou. La Estrella Damm tambien está bé.