martes, 24 de febrero de 2009

No es oro todo lo que reluce

Madrid, 2008

Ayer era 23-F y disculpareis mi cobardía... me pasé la tarde con las maletas preparadas. Tanto remake televisivo (en ficción, documental, desde dentro, de regalo con el periódico, etc.), dimisión de ministro escopetero incluida, no me hacía presagiar nada bueno. Yo por si acaso tenía todo el operativo de fuga previsto. Falsa alarma.

La generación que las conocimos con la carpeta apretada bajo los brazos cruzados y que bailabamos con ellas con los codos clavados en las costillas, no comprendemos la desidia actual de los jovenzuelos inverbes ante tanta naturalidad.

¿Tan lejos queda todo aquello que ni las adolescentes anoréxicas saben qué fué aquello del régimen?

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