martes, 17 de febrero de 2009

La tumba de la niña Dolorines

Comillas, 2008

I
(El Lugar)
El cementerio en la costa nublada.
Cruje el suelo de grava, un vieja
de luto pone flores y se aleja.
Guarda la puerta un ángel con espada.

El cementerio. La noche cerrada.
Sopla el viento, dispersa ramos, deja
sólo jarros volcados. En la entrada
hay un ángel de mármol y una reja.

II
(Encargo)
Viajero que llegaste a los confines
de este cementerio con el mar
no te vayas de aquí sin visitar
la tumba de la niña Dolorines.

La niña Dolorines fue una niña.
La niña Dolorines subió al cielo.
Ahora ya no tiene quien la riña
ni quien le haga coletas en el pelo.

Viajero, no te vayas sin rezar.

Antonio Orodea

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