Cos, Grecia, junio 2015
Los alemanes y los ingleses ya probaron la piedra griega y les gustó. Los alemanes primero la trituraron con bombas, para poder degustarla después en trocitos, jugando a ser arqueólogos. Y los ingleses la acarrearon todo lo aprisa que pudieron, para ponerla a buen recaudo en el British Museum. Fueron los italianos, vecinos no siempre bien avenidos del sur, los que reconstruyeron con más pena que gloria lo que pudieron y como supieron. Ahora vuelven alemanes, ingleses y también franceses, a degustarla, junto con el todo incluido. Los científicos y economistas estudiando cómo funciona el mundo y resulta que los historiadores ya se lo habían contado: a base de pedradas...
Cos, Grecia, junio 2015
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