Vilanova i la Geltrú, abril 2015
Te alabamos, señor... Yo me lo sabía. Se te clava tan a fuego que cuando lo oyes recitar a tu alrededor los labios se te mueven solos y comienza a salir de tu garganta un siseo que se anticipa a la cantinela. Hay un mecanismo, que ignoro cómo se llama, que tiene que ver con el lavado de cerebro. Es imposible resetear. Apostatas, te declaras agnóstico o ateo y ahí sigue, sermoneándote desde tu interior a la más mínima oportunidad. Como dijo san pablo a los coríntios, en vosotros habitará la palabra. No se si era una carta del eclesiastés o algo relacionado con pentecostés. Ahora mismo tengo un lío. Yo me lo sabía. Quizás si me lees la primera linea yo ya luego... Amén.
Vilanova i la Geltrú, abril 2015
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