Nijar, Almería, marzo 2011Cada vez que hablo con alguien de las horas pasadas en el laboratorio siempre me acabo preguntando porqué ya no hago blanco y negro.
Y la respuesta casi siempre me hago otra pregunta: ¿por qué lo hacía entonces? Porque no me quedaba otro remedio, suele ser la respuesta. O porque no sabía hacer otra cosa. Yo, resignado a que la fotografía, mi fotografía, era eso, acabé viendo en blanco y negro.
Sin embargo, en esta nueva vida, todo para mi es en color. Con colores vivos, saturados, cálidos, frios, intensos. Ya nada es blanco o negro. Todo tiene matices. Y esos matices son en color, como las comidas, como las pieles expuestas al sol.
2 comentarios:
Javi, llevo tiempo planteándome esto también. Veo y compongo en blanco y negro, y también creía que mi fotografía era esa, sin embargo últimamente estoy empezando a ver que hay cosas que quiero contar en color. Interesante tu planteamiento.
Salud!
Quizás yo todavía no he recorrido vuestro camino, pero yo me quedo con la de b&w, sin dudarlo.
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