El domingo es el día 7... y como todo lo nefasto, tiene su ritual. Y, después de, bajar a por el periódico y tostar pan con aceite y chuparse los dedos. Dejar esos manchurrones culpables sobre el cuché del dominical y, como quien arruina un conjunto de estreno e intenta ocultarlo con la sábana, paso la página 69 y allí me encuentro, en la 70 con dos caras que me miran felices y desafiantes. Son Anatolio Alonso y Lara Alcázar, en sendos buennísimos retratos de Gorka Lejarcegi y Samuel Sánchez y textos lúcidos de Rosa Montero y Santiago Roncagliolo. Ellos, los protagonistas, son dos desconocidos que vieron la luz fugazmente este año. Pero no fueron noticia por su genialidad: uno es un chico de barrio que sacó la nota máxima de Madrid en selectividad y la otra es una estudiante de Historia del Arte impulsora del movimiento Femen. Ambos escracharon a Wert y Gallardón a su manera, dando la cara. Que seguramente les partirán. Pero son miembros de honor del club "Que ser cobarde no valga la pena", del que ya formaban parte Ada Colao (StopDesahucios), Laura Zornoza (pag. 69 del semanal: Resistencia Erasmus) y tantos otros españoles anónimos que luchas en sus fábricas, en sus escuelas o en su barrio por un mundo más habitable. Ya sólo nos quedan 3...
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