martes, 14 de julio de 2009

Gran Vía

Madrid, junio 2009

Esta noche, a estas horas, estaré por aquí mismo. He dejado programada esta entrada para que se publique en el mismo momento en que yo me siento en esa silla, en esa terraza, junto a una mujer, que no será esa (para mi suerte, según mi opinión, adusta y mal encarada).

Ahora, mientras esto se publica, le comentaré esto, que ahora, mientras lo escribo, ella no sabe que se va a producir mañana, cuando se lo esté contando. Luego, otro día (no puedo precisar, porque mi propia vagancia me lo impide), publicaré una foto de ese momento.

Si todo eso se produce. Tal como lo estoy anticipando, la tecnología (la web y la cámara digital) habrá roto en cierta medida muchos de los cimientos de la predicción y la constatación de las profecías. ¿Habremos dado un pequeño paso para desmontar la fe y afianzar la ciencia o, por el contrario, no estaremos simplemente haciéndonos una paja mental de la que algún artista multidisciplinar sacará una exposición en cualquier fundación (la Botín quizás o la de Ciencia y Tecnología)?

No hay comentarios: