
Dicen que no hay cojo bueno aunque, como toda gran verdad, tiene sus excepciones a la regla (aunque pocas). Sin embargo, andar escorado o, simplemente, escorarse a la izquierda (lo cual sería más lógico, puesto que el corazón está, generalmente, en ese costado), o a la derecha (esto último suele ser como consecuencia de llevar una cartera bien abultada en el bolsillo de la americana de ese lado), en el ejercicio de las responsabilidades profesionales, políticas o en la vida misma, no suele considerarse una patología y, de hecho, suele ser de lo que más nos lastra el devenir y la cotidianeidad.
Solo os aconsejo (os lo pido, por favor) entrar con buen pie en el 2009, y brindar por las bajadas de los pisos, por la caída de euribor, por la contención de la inflacción. Pero, eso sí, lo que tenga que subir, que suba a su debido momento de la noche (estoy hablando de las burbujas)
Felíz Año 2009