martes, 10 de febrero de 2009

Generación del 61

Asturias, 2008

Siempre pensé que, al igual que la generación del 98 o la del 27, la del 61 haría escuela. Por suerte no ha sido así, porque hubiéramos sido incluso más tediosos de estudiar que lo que lo fueron para nosotros aquellos prohombres.

Nuestra peculiaridad fue llegar tarde al mayo del 68 y al amor libre y, seguramente también, a los planes de prejubilación y a los viajes del inserso. La única ventaja de nuestra quinta fué la de librarnos de la mili por exceso de cupo.

Sin embargo, si algo tenemos es el culo pelao con eso de las crisis, vivimos los coletazos de la emigración de nuestros padres a la Europa rica, el crack del petróleo del 73, la fin de la industria pesada de los 80, el boom inmobiliario de los noventa, la crisis inmobiliaria de los 90, el calentamiento de la economía subsiguiente, la caida del consumo, la burbuja de las punto com y el pinchazo del globo... Y a esta le llaman crisis. O es que nos quieren hacer pagar la factura de la juerga de los banqueros de wall street, sus socios timadores, los vendedores europeos de sus timos, los empaquetadores asiáticos de sus artefactos financieros y tal y tal.

Lo siento, pero no. Somos o no somos la generación del 61?

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