
Tradiciones. Cada año la misma parodia. Que si acarrear con los aperos, que si rastrillar la arena, que si amontonarla para hacer una almohada, que si llegar disfrazados de exploradores o de mataharis, que si cambiarse de la forma más aparatosa posible, que si embadurnarse de ungüentos diversos, que si jugar a las palas, que si palear... Luego vendrán las fiestas patronales y los fuegos artificiales. Como si no hubiera habido bastante artificio ya.
Ahora comprendo lo que significa veranear. Algo así como largarse a donde no te conozcan para hacer el ridículo a tus anchas. Cada vez más anchas.
4 comentarios:
Te veo inspirado.
Sólo estoy haciendo ejercicios para dilatar el estómago para la visita a Chipiona... Con escala en Utrera, of course.
Cuando vienes por aquí?
En septiembre, espero... Pero ahora estoy lejos.
Publicar un comentario