
En nuestro imaginario siempre se esconden las sombras. Normalmente encendemos las luces. Activamos las ilusiones y creemos que así se da vida a los sueños... Los publicistas también lo saben y por eso aconsejan a los constructores y a los banqueros. Y, como sus consignas funcionan, pues ganan mucha pasta todos ellos. A eso se le llama marketing. Y a estos: unos posibles "primos", de los que compraron la promoción anterior o de los que invirtieron en aquellos fondos de inversión. ¿Tienen ellos la culpa? ¡Que no lo vendan! suelen argumentar lo que no tienen otro argumento.

Lo que tiene la historia (de la fotografía también) es que si no la conocemos, porque no nos interesa o no nos la enseñan, corremos el riesgo seguro de que se repita. Y la imitación, como el eructo, es una catástrofe social.
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