
Santander (muelle de "La Fenómeno"), noviembre 2008
Esta foto es un encargo: una chica, en la encrucijada de enfrentarse definitivamente a la edad adulta se está planteando su vida, qué quiere hacer con su vida. Y ha pensado en un proyecto en torno a sí misma para ayudarse a responder a esa pregunta. Un proyecto fotógráfico en el que amigos y/o conocidos de su entorno que usamos la cámara (como es mi caso) y/o grandes fotógrafos de su itinerario formativo, debemos hacerle un retrato de cómo la vemos a ella, a Elena.
Yo lo he titulado "Elena-no". No porque se la vea pequeña, sino porque es casi un retrato a toda su generación: a la que ya llamamos "la generación PiterPan" (pim-pam-pum-pam). Ahí están todos, rondando los 30 (una edad en la que yo ya tenía un hijo y estaba esperando al siguiente, pero ese es otro tema). Así, asomados a un abismo y cubiertos de nubarrones... Pero Elena tiene "un proyecto personal" y quién no a los treinta años?. Solo que el mio englobaba cunas, hipotecas al 16%, curros vitalmente tóxicos y alguna que otra carrera delante de los grises (marrones ya por aquel tiempo, que no soy tan viejo). Pero los de ellos están marcados por una futura carrera de éxito.
Ayer me decía Gunter, mientras me hacía sufrir con sus instrumentos de tortura bucal (no con Neruda, por supuesto), que solamente en el diccionario la palabra "éxito" aparece por delante de la palabra "trabajo". Curioso, yo el otro día le recordaba a Elena lo que he oído decir a algún otro: "déjate de ostias y, si te vienen las musas, que te pillen trabajando".
P.D.- El pajarito que vuela hacia la luz no le he puesto yo, pero tampoco le he quitado. Por si os aclara algo, se trata de una gaviota (especie agresiva y carroñera que abunda en nuestra bahía)Olympica 510-14-54 (con mucho ruido, pero no importa. Aunque hubiera preferido grano...)